En este camino todo pareciera resumirse en 4 C: Contenido, Conversaciones, Comunidad y Conexiones.
En primer lugar, el contenido es esencial para generar vínculos e intentar influir en las decisiones de compra de un consumidor. Contenidos atractivos y originales, pero pertinentes, centrados en la marca y en lo que el usuario realmente está interesado.
Conversaciones, refiere a la necesidad de escuchar, responder y seguir a los usuarios. Monitorizarlos y dialogar con ellos, es un valor diferencial que debe ser utilizado por las marcas. Esto se vincula al hecho de que las comunidades están integradas por personas reales, que tienen intereses comunes y buscan dialogar.
Por último, las conexiones son el eje de integración entre estos puntos. Teniendo en cuenta siempre que no todas las redes sociales tienen el mismo propósito, por lo que las marcas deben buscar conexiones con aquellas que mejor se adapten a sus contenidos.
Las 4 C no son garantía, pero sí reglas que se deben tener en cuenta en toda estrategia digital que busque obtener resultados exitosos.